Referéndum
El referéndum o referendo es un procedimiento jurídico por el que se someten al voto popular leyes o actos administrativos para su ratificación.1
Es el mecanismo de democracia directa por antonomasia y en la actualidad también complementa el régimen de democracia participativa, potenciando la intervención directa del cuerpo electoral.
Se trata de un procedimiento para tomar decisiones por el cual los ciudadanos ejercen el derecho de sufragio para decidir acerca de una decisión de resolución mediante la expresión de su acuerdo o desacuerdo. Para llegar al acuerdo tiene que haber la mayoría absoluta entre los votos.
Tipos
Referendo derogatorio. Un referendo derogatorio es el sometimiento de un acto legislativo, de una ley, de una ordenanza, de un acuerdo o de una resolución local en alguna de sus partes o en su integridad, a consideración del pueblo para que éste decida si lo deroga o no.
Referendo aprobatorio: Un referendo aprobatorio es el sometimiento de un proyecto de acto legislativo, de una ley, de una ordenanza, de acuerdo o de una resolución local, de iniciativa popular que no haya sido adoptado por la corporación pública correspondiente, a consideración del pueblo para que éste decida si lo aprueba o lo rechaza, total o parcialmente.
Propósito
Consiste en que los proyectos de interés para la comunidad sean autorizados y ejecutados; es decir, el referendo es una instancia a la que el pueblo puede acudir en caso de que la corporación encargada de aprobar la ley no la acepte o simplemente deje vencer el plazo para discutirla y aprobarla.
Para poder hacer uso del referendo se necesita el respaldo de por lo menos el 10% de los ciudadanos del censo electoral.
requisitos indispensables para que un referendo sea válido
1. Que si es de origen ciudadano, su convocatoria esté respaldada por no menos del 10 por ciento de los ciudadanos que conforman el censo electoral
2. Que en la votación participe no menos de la cuarta parte de los ciudadanos que forman el censo.
3. Que la decisión respectiva (aprobando o improbando) se tome con el voto favorable de la mitad más uno de los ciudadanos que hayan concurrido a las urnas.
La historia de los fallidos intentos de referendo en Colombia desde el Gobierno de Virgilio Barco.
A pesar de que las Farc insisten en que sea una Asamblea Nacional Constituyente el escenario para refrendar los eventuales acuerdos a los que se llegue con el gobierno Santos en La Habana, por ahora la idea del Ejecutivo está más orientada a que el mecanismo elegido sea el referendo.
A principios de 1988, cuando el gobierno del presidente Virgilio Barcoafrontaba la violencia de Pablo Escobar Gaviria, el paramilitarismo mostraba sus garras y la guerrilla desdoblaba sus frentes de guerra, el presidente le planteó a los colombianos que el mismo día en que iba a estrenarse la elección popular de alcaldes -13 de marzo de 1988-, los electores votaran por una fórmula plebiscitaria que ayudara a superar la crisis.
Se descartó el 13 de marzo como al fecha del plebiscito y, a cambio, se creó un comité político para preparar el temario de la eventual reforma a la Carta, invitando a sumarse a los partidos tradicionales, al Nuevo Liberalismo de Luis Carlos Galán y a la Unión Patriótica. La iniciativa no duró mucho tiempo. En la primera semana de abril de 1988, el Consejo de Estado tumbó el Acuerdo de la Casa de Nariño y se frustró la fórmula para consultar al pueblo.
En 1989, cuando el país ya lamentaba la ola de magnicidios políticos que ensombreció aquellos días y las masacres de campesinos mostraban la realidad de una guerra degradada, por iniciativa del gobierno Barco volvió a cobrar forma la idea de reformar la Constitución para darle un nuevo aire democrático. En esta ocasión, a tono con la Carta vigente de 1886, el camino escogido fue el acto legislativo o la reforma a través del Congreso.
Después del fracaso de la reforma a la Constitución en 1989, aun soportando la violencia de la mafia del narcotráfico, las hordas del paramilitarismo y la máquina de guerra de la insurgencia, fue cuando en las aulas universitarias surgió la idea de la Séptima Papeleta, como una fórmula para llegar a la Asamblea Nacional Constituyente. En marzo de 1990, la idea ya era un clamor nacional y fue la gran sorpresa de las elecciones legislativas.
El año 1995 fue de crisis total. La Fiscalía entró de lleno a investigar el ingreso de dineros del Cartel de Cali a la campaña ‘Samper Presidente’, al tiempo que la Corte Suprema de Justicia empezaba a poner tras las rejas a varios congresistas. En enero de 1996, cuando Samper parecía respirar tranquilo al ser amparado por un auto inhibitorio en la Comisión de Acusación de la Cámara, su exministro Fernando Botero revivió el caos.
En 1998, por estrecho margen, salió electo su principal opositor, el dirigente conservador, Andrés Pastrana Arango. Los electores lo escogieron no solo en rechazo al posible continuismo de Samper sino porque aseguró que iba a lograr la paz con las Farc. A partir de agosto de ese 1998, Colombia se enfrascó en la crisis permanente de la zona del Caguán, y por cuenta de los diálogos con la guerrilla, el país nunca salió de la crisis política.
Un año después, destapó su carta fundamental de Estado: las negociaciones de paz con las Farc en La Habana. Aunque la primera etapa del proceso se hizo de manera secreta, desde mediados de 2012, el asunto se volvió público. Finalmente, el Ejecutivo y las Farc reconocieron sus diálogos. Desde entonces, a pesar de otros temas que ocupan la agenda nacional, el asunto de fondo en Colombia son los diálogos de paz con las Farc.
No obstante, en medio de los diálogos, ha surgido una inquietud mayor: cómo refrendarlos ante el pueblo. Las Farc han insistido una y otra vez que debe ser a través de una Asamblea Nacional Constituyente. El gobierno ha dicho que no y prefiere el camino jurídico del Marco Legal por la Paz, la Justicia transicional, y una vez suscrito un acuerdo final, la realización de un referendo para que los electores decidan si aprueban o no lo pactado.
Así está servida la mesa. Las Farc ya se han manifestado en contra de ese referendo. Diversos sectores políticos opinan en favor y en contra. En la memoria reciente del país pesa el recuerdo de tres referendos más que tampoco cobraron forma. El de la cadena perpetua contra violadores de menores de edad, el del acceso al agua como derecho fundamental y el de un nuevo intento de revocatoria del Congreso. Mientras la política decide lo que pueda pasar, bueno es hacer memoria del referendo en la vida de los colombianos.
CONSECUENCIAS DE UN FRACASO DEL REFERENDO EN COLOMBIA
Los mercados financieros estarán más tranquilos cuando haya certeza sobre el referendo. Analistas del mercado señalan que las potenciales consecuencias de un fracaso del referendo van más allá de la necesidad de tapar un hueco fiscal.
"Los errores de procedimiento, las campañas de votar negativamente o por el abstencionismo, y el descenso en popularidad del Presidente Uribe, han llevado a algunos a pensar en la posibilidad de que el referendo no salga airoso en las contiendas electorales" señalan las firmas Suvalor y Corfinsura.
Aunque éstas advierten que son optimistas en la votación a favor del mismo, es importante revisar desde el punto de vista económico, algunas consecuencias que podría traer para el país una votación desfavorable.
~Recuerdan que según cálculos del Ministerio de Hacienda, el ahorro que generaría el referendo en el 2003 y el 2004 equivale a 0,7 por ciento y 1,3 por ciento del PIB respectivamente.
Este faltante, a la luz de un acuerdo con el FMI, y en el que el país se comprometió a alcanzar un déficit fiscal para este y el próximo año del 2,5 por ciento y 2,1 por ciento respectivamente, implica que el Gobierno tiene que sacar 1,6, y 3,4 billones de pesos en el 2003 y el 2004, para cumplir.
La maniobra sería equivalente a buscar casi tres veces lo recaudado por el impuesto al patrimonio en el 2002.
En el mismo acuerdo con el FMI se expresan los planes de contingencia que se llevarían a cabo si se presentan dificultades para cumplir con esa meta. Estos planes incluyen impuestos adicionales, reducciones forzadas de gastos y adelanto de reestructuraciones y disminuciones del tamaño del Estado.
Advierten las firmas que si el referendo llegara a ser rechazado, los mercados financieros castigarían en el corto plazo al país, mediante un encarecimiento del costo de la nueva deuda a captar por el Gobierno y un alza en el dólar.
Finalmente, la inversión no llegará y el desempleo no bajará, hasta que no se tenga claridad en cuanto a nuevos impuestos y las medidas necesarias para sacar adelante los planes del nuevo Gobierno.
Esta claridad, podría llegar con el si al referendo, o podría postergarse indefinidamente hasta que se haya implementado el austero plan de contingencia.
Colombia rechaza en referéndum el acuerdo de paz
con las FARC
Hace menos de una semana que el Gobierno colombiano y la guerrilla de las
FARC firmaron un acuerdo tras el que, anunciaron, había "una guerra menos
en el mundo". Pero este domingo, el 'no' a este acuerdo se impuso en el
plebiscito celebrado en el país.. Imágenes 4 Fotos Mañana mismo convoc
aré a todas las fuerzas las fuerzas políticas y en particular a las que votaron por
el 'no' para escucharlas El "no" se impuso con el 50,21 % contra el 49,78 % del
"sí" en una votación con una elevada abstención del 62,57 %. La votación se ha
desarrollado con total normalidad, según las autoridades.
El resultado de este domingo abre un interrogante sobre el proceso que puso
fin a 52 años del conflicto con la guerrilla más antigua del continente
americano y que desde hace casi cuatro años inició una negociación en La
Habana con el Gobierno colombiano.
En este sentido, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, se pronunció y
dijo que convocará a todas las fuerzas políticas del país para abrir espacios de
diálogo tras el triunfo del "no". Además ha informado de que enviará a sus
negociadores a La Habana para informar a las FARC. "Mañana mismo
convocaré a todas las fuerzas las fuerzas políticas y en particular a las que se
manifestaron hoy por el 'no' para escucharlas , para abrir espacios de diálogo",
dijo el jefe de Estado en una alocución desde la Casa de Nariño, sede del
Ejecutivo. Mientras, el máximo líder de las FARC, Timoleón Jiménez,
"Timochenko", afirmó en La Habana que esa organización mantiene "su
voluntad de paz" "y su disposición de usar solamente la palabra como arma de
construcción hacia el futuro".
"Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia lamentan
profundamente
que el poder destructivo de los que siembran odio y rencor haya influido en la
opinión de la población colombiana", dijo Timochenko en una primera
declaración tras conocerse la victoria del No en el plebiscito sobre el acuerdo
de paz en Colombia.
Sin embargo, la opción del "sí" en el plebiscito ganó en las regiones más
golpeadas por el conflicto armado, pese a que el "no" obtuvo la victoria a nivel
nacional. En Bojayá, pueblo del selvático departamento del Chocó, donde el 2
de mayo de 2002 murieron entre 74 y 119 personas al caer sobre la iglesia en la
que se habían refugiado cerca de 300 habitantes de la localidad una bomba
lanzada por las FARC durante un combate con paramilitares, el "sí" obtuvo una
arrolladora victoria con el 95,76 % de los sufragios (1.966 votos).
Asimismo, en San Vicente del Caguán, localidad del departamento del Caquetá
que entre 1999 y 2002 fue sede de un fracasado proceso de paz del Gobierno
con la guerrilla, la opción del "sí" ganó con el 62,93 % mientras que el "no"
tuvo
el 37,06 %. En Toribio (Cauca), en el suroeste, otro de los municipios que ha
vivido en carne propia el conflicto armado, el "sí" obtuvo el 84,80 % con 6.535
votos, mientras que el "no" alcanzó, el 15,19 % con 1.171 papeletas. En Turbo
(Antioquia), cuyas zonas rurales fueron de las que más se vieron afectadas por
masacres de la guerrilla, la opción del "sí" ganó con el 56,05 % (11.278 votos)
sobre el 43,94 % (8.843 votos) del "no". Por otra parte, en Mitú, capital del
Vaupés, en al frontera con Brasil, donde una ocupación de las FARC en 1998
causó 41 muertos entre policías, militares y civiles, y 61 uniformados
secuestrados durante varios años, el "sí" obtuvo el 75,62 % con 2.705 votos,
mientras que el "no" recibió 872. De igual manera, en Chalán, población del
Caribe en la que once policías perdieron la vida a causa de la explosión de un
burro al que la guerrilla cargó de explosivos camuflados entre plátanos en
1996, el "sí" ganó con el 65,09 %. En la región del Catatumbo, una de las más
golpeadas por el conflicto armado, el "sí" obtuvo una victoria en todos los
municipios que la conforman. Amnistía: el 'no' es una oportunidad perdida El
rechazo al acuerdo de paz en el plebiscito "es una oportunidad perdida para
que el país se mueva finalmente fuera de su trágica guerra de 50 años de
duración", dijo hoy Amnistía Internacional (AI). "Hoy va a pasar a la historia
como el día en que Colombia dio la espalda a lo que podría haber sido el fin de
un largo conflicto de 50 años que ha devastado millones de vidas", dijo Erika
Guevara-Rosas, directora para las Américas de AI. Tal y como recoge un
boletín, para la entidad, aunque el acuerdo podía ser "imperfecto",
representaba "una forma concreta de avanzar por la paz y la justicia". Para AI,
"la incertidumbre" que ha conllevado el resultado de esta votación puede poner
en riesgo a millones de colombianos. "En particular los pertenecientes a
grupos vulnerables, como los indígenas, afrodescendientes y comunidades
campesinas en mayor riesgo de sufrir violaciones de los derechos humanos",
puntualizó Guevara-Rosas. "Es imperativo que Colombia no camine lejos de
este proyecto y que el país continúe moviéndose hacia una paz largamente
esperada", agregó AI. El "no" al acuerdo de paz sellado hace apenas una
semana por el Gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC se impuso este
domingo por un estrecho margen en el plebiscito, según datos oficiales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario